By Félix Allueva

29 de Noviembre de 2021 - 18:21

Podcast Britbeats Capítulo 8

Cuando la Reina caminó Sabana Grande

Ezequiel Serrano había formado parte del equipo musical que recibió a Peter Framptom en el entarimado del Poliedro de Caracas, era el saxo de la agrupación Esperanto. La experiencia que le tocaría vivir en el mismo escenario un par de años después, como opening band, sería totalmente opuesta. 

Transcurría el año 1981 y era inminente la vista a Venezuela de la afamada banda Queen, por diversos factores es seleccionado el proyecto liderado por Ilan Chester, Melao, como telonero de los británicos.   Ezequiel Serrano fue el único del grupo que se negó a tocar con Queen, pero triunfo la mayoría y Melao se convirtió en la opening band de los shows en el Poliedro. La larga experiencia del saxofonista le decía que no era buena idea presentarse antes de la súper banda. Efectivamente, sucedió lo que Ezequiel imaginó, grandes diferencias en cuanto a camerinos e infraestructura de luces y sonido entre los invitados internacionales y los locales. Melao fue recibido con pitas, abucheos, lluvia de vasos y hasta un lanzamiento, cuasi olímpico, de una caja de fósforos encendida. Según Serrano, una de las peores noches de su vida.  Lo bueno, dentro de lo malo, de esa frustrante experiencia, surgiría “La Sección Rítmica de Caracas”, soporte instrumental de importantes solistas, hasta convertirse en el grupo estable de Yordano Di Marzo, logrando una mutua consagración.

El que fuera miembro de agrupaciones como Los Balzehaguaos, de Frank Quintero, Esperanto de Jorge Aguilar y la entelequia de Ilan Chester, Melao, se volvería el director del colectivo musical más importante de los año 80, La Sección Rítmica de Caracas.  Cuenta Ezequiel, luego de la traumática vivencia con el cuarteto del Reino Unido, que compartiendo con miembros de Queen en el conocido y tradicional restaurant a los pies del Ávila, Tarzilanda, Brian May y Roger Taylor le comentaron que ellos habían sufrido también las vicisitudes de ser una opening band, ponían como ejemplo cuando les tocó abrirle a Mott The Hoople en una larga gira a principio de su carrera. Agregaron que sentían mucho lo que había sucedido en el Poliedro.  Se sumaba al comentario de Brian y Roger la opinión del manager de la banda, quien afirmó que la música de Melao le pareció muy interesante y que “… nunca había visto a Brian y a Roger quedarse dos días detrás de la tarima oyendo a una ´primera banda´”.

Desde su llegada a nuestra ciudad, en Queen prevalecía una aparente distribución de trabajo, Freddie por un lado y guitarrista y baterista por el otro, dos “equipos”.  Tuve la oportunidad de ver al segundo equipo (Brian May y Roger Taylor) visitando la Galería de Arte Nacional y el Museo de Bellas Artes.  Por su parte, Freddie ofrecía entrevistas él solo, memorable la realizada por Don Alfredo Escalante. 

Alfredo era el Zar del rock en la Venezuela de los 80´. Le tocó un contacto face to face con Freddie Mercury en el salón VIP del Aeropuerto de Maiquetía.  El manejo del inglés no era lo de Alfredo y el español tampoco lo era para Freddie.  Así que, dicho por el mismo Escalante, fue un diálogo donde nadie se entendió y a las preguntas formuladas se respondían con argumentos posiblemente no en sintonía con las mismas. Finalmente se hizo la edición para la TV local y todo estaba tan “enredado” que el actor y galán Henry Zakka fue quien hizo la voz de Fraddie (en español), con la ayuda de un traductor. Finalmente se logró salvar la conversación en un delicado trabajo de posproducción.  Como diría el mismo Escalante, “que psicodélico”.

Queen fue todo un éxito, de cinco conciertos programados se realizaron tres a sala casi llena.  Los dos últimos fueron suspendido por la muerte del ex Presidente de la República Rómulo Betancourt, se decretaron varios días de duelo. Lo recaudado en venta de tickets, veinte mil personas que se quedaron con las ganas de ver el espectáculo, fue devuelto. Para beneplácito de los fans de Queen, la jornada se grabó (deficientemente) y actualmente se consigue en internet. Los integrantes de la banda se alojaron en el hotel Paseo Las Mercedes, pudiendo probar las arepas y cachapas de la zona. Freddie se escapó una noche al bar “El Intimo” en Sabana Grande.

“… Un taxista cruzó el bulevar de norte a sur y frenó y abrió la puerta. De golpe entró el calor del sol y se apagaron los postes. Ya la calle olía a pan, a café, a motor, a los comienzos del día, y las rejas de los comercios iban subiendo, pero sus chillidos no eran nada frente a aquella voz que hacía a la ciudad más bella, y también más frágil porque seguía indecisa y boquiabierta mientras la voz se abría paso por entre las manadas que iban llegando a aquel musical inmenso acerca de una ciudad que despierta un jueves cualquiera. Todos empezaron a mecerse y cuando Mercurio terminó de cantar nadie dijo nada. Se creían parte del elenco y se miraron unos a otros felicitándose en silencio, y la vida del boulevard continuó con esa cadencia, ese ritmo y esa agilidad que logran los bailarines después de ensayar mil veces”

Así relata el escritor Federico Vegas el amanecer de Freddie en Sabana Grande.  ¿Ficción, realidad?   Lean el libro “La carpa y otros cuentos” Alfaguara 2008.