¡Llegó el momento BRITBEATS! Compartimos la historia, que dio vida al cuarto capítulo de este podcast, realizado por el British Council en Venezuela, en el marco de su 80 aniversario.
“Yo lo que quería ver era a Yes”
La Venezuela pop de los 70´comienza con rumores de una posible visita de George Harrison al templo Hare Krishna de Caracas y un anuncio en la revista “Gente Joven” donde se leía “… completamente gratis, en el próximo número de Gente Joven un súper afiche a todo color de George Harrison “. En un diario nacional se anunciaba “Paul McCartney grabará con grupo venezolano. Ante la disolución de su grupo Wings, el ex Beatles Paul McCartney llamó al conjunto venezolano Spiteri para que graben con el renombrado músico algunos números de su LP que está en preparación…”, a pesar de la separación de la gran banda británica, su popularidad no había mermado, por el contrario, la presencia e influencia de sus antiguos miembros seguía muy presente en el ambiente musical del país
Se estrenaban en la capital los films “Let It Be” (The Beatles), “Gimme Shelter” (The Rolling Stones), “Joe Cocker: Mad Dogs & The Englishmen” y “The Concert For Bangladesh” con el liderazgo de George Harrison. Este documental contó con la particularidad venezolana de la eliminación de algunas de sus escenas debido a la censura imperante por la coyuntura política. Esta muestra de cultura rock británica disponía de un refugio, el Teatro Florida, epicentro de muchos de los lanzamientos, la medianoche era la ocasión para las jornadas.
Los primeros años de la década en cuestión estuvieron marcados por un éxodo musical. Personajes del ámbito pop deciden emprender viaje a la meca del rock, Londres. Los pasaportes de tres músicos, los hermanos Spiteri (Charly, Enrique y Jorge) así lo evidenciaron, siguieron muchos más, Bernardo Ball (Los Impala), José “Joseíto” Romero (Tsee Mud y Bacro), José Manuel “Chema” Arria (Los Claners), Rubén “Micho” Correa (Grupo Pan). Londres brindaba las condiciones de conectar con la vanguardia del rock y las artes en general. Los hermanos Spiteri, establece la base de operaciones por donde pasaron innumerables artistas venezolanos. Un pequeño piso ubicado en Shepherd´s Bush sirvió de zona de pernocta, en un viejo sofá muchos durmieron, desde el conocido Henrique Lazo hasta Giordano Di Marzo, conocido años después como Yordano.
Todos estos creadores lograron disfrutar y beber directamente de la fuente musical británica. Intentando un inventario podemos nombrar a Durban Laverde (Los Rangers), quien hizo carrera artística en Inglaterra, trabajó con la respetada cantante Joan Armatrading, giró con Mick Jagger y fue bajista de Jimmy Page, logros profesionales en su periplo londinense. Oscar de Jesús Colina estuvo cercano al círculo de músicos que tocaban con Steve Windwood, fue seguidor de David Bowie y contemporáneo en gustos con Bob George, cuenta que vio surgir la movida reggae.
Casi paralelamente a la ola reggae-ska en Inglaterra, estallaba la contracultura punk. Las calles de Londres cambian del look glam rock de Marc Bolan a la estética de los imperdibles y la ropa derruida, de los peinados glamorosos a las cabezas semi rapadas y los mohicanos. Esto le tocó de cerca a un joven llamado Alejandro Blanco Uribe, quien años después se convertiría en #el capo” de un exitoso emprendimiento, Sonográfica, el milagro del pop nacional. Alejandro se balanceaba entre cierto academicismo y el anárquico ambiente punk, un día algunos amigos simpatizantes del Situacionismo le regalaron unos tickets para un concierto que ellos consideraban decadente, música “vieja”. Alejando no salía de su asombro, uno de los mejores conciertos de su vida, nada más y nada menos que Queen en el Wimbledon Park, una banda en pleno ascenso.
Así era Londres, y otro inquieto músico venezolano que pasó por la experiencia de la cosmopolita urbe fue Ilan Chester. Vivía una etapa “radical” Krishna. De regreso de su aprendizaje espiritual en la India, aterriza en Londres y allí decide grabar un álbum inspirado en su militancia, en el Krishnaismo, en el combina buena música con elementos religiosos, llamémoslo rock devocional.
Ilan se instala en una bucólica casa campestre, alquila un piano y comienza a componer. De esta estancia londinense surgirán muchos de los temas que alimentarán su regreso a la patria: grupo Melao y sus dos primeros trabajos en solitario (“Por principio… fin” y “Canciones de todos los días”). Llama a dos venezolanos que estaban en la capital del Reino Unido haciendo latin funk, Jorge y Charlie Spiteri, más tres británicos. Con este equipo crea una pequeña obra llamada “NIght and Daydream” que también se le puede conseguir con el nombre de “Wheel of Time”. En esta placa discográfica evocaremos a “Yes”, “Electric Light Orchestra” e indudablemente, el espíritu Beatle. Es el artista en tránsito a su cancionero particular que aflorará a partir de 1980. Como verán gran presencia del rock progresivo británico.
Otro que pasó por Londres en esos primeros 70´, fue Yordano. Pudo nutrirse de John McLaughlin y Jethro Tull. Evio Di Marzo, su hermano, recordaba que alrededor de sus 18 años visitó a su hermano en Londres y fueron a ver su grupo favorito, Yes. Le abría a Yes un nuevo artista, Elton John, subraya Evio que le pareció muy aburrido “yo lo que quería ver era a Yes”.
Todos ellos serían los arquitectos de “La Nueva Canción Venezolana” en los 80´, momento muy especial de la industria musical del país.